Señor, vengo a Ti con humildad:
Desnudo, para que me vistas con tu gracia.
Perdido, para que me guíes por el camino de la verdad.
Triste, para que me llenes con tu gozo eterno.
Ignorante, para que ilumines mi mente con tu sabiduría.
Débil, para que me fortalezcas con tu poder.
Solitario, para que me envuelvas en tu presencia amorosa.
Ingrato, para que transformes mi corazón en gratitud.
Arrepentido, para que borres mis culpas con tu misericordia infinita.
Pecador, para suplicar tu perdón.
¡Tú, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de mí!
Hazme digno de ser llamado hijo tuyo, y enséñame vivir según tu voluntad.
Amén.
Del Manual de oración “Un Encuentro Personal con Dios» (Diana Giraldo H.)