Según la tradición, la reflexión de los misterios es la parte del rosario que la Virgen le explicó a Santo  Domingo con mucho cuidado. Cuando pensamos en Jesús, meditando los misterios de la revelación, profundizamos nuestra fe y valoramos lo que El ha hecho por nosotros. La mejor forma de lograr esa meditación es hacerla con Su Santísima Madre, la Virgen María. Empezamos a comprender, a la vez, el gran papel que juega María en nuestra Redención. Los misterios del rosario nos acercan más a Jesús y a María

El Rosario consta de varios elementos:

La contemplación: al recordar cada misterio del Rosario en los que recorremos los momentos más importantes del Evangelio, meditamos con María los misterios de la Vida de Jesús.

El Padre Nuestro: la oración cristiana por excelencia, enseñada por Jesús; es de fundamental valor para todo cristiano.

El Ave María: oración compuesta por el saludo del ángel a la Virgen y el anuncio de su maternidad; la alabanza de santa Isabel al recibir la visita de María y la súplica de la Iglesia por su intercesión.

El Gloria: es la glorificación a Dios, Uno y Trino.